5G: Revolución tecnológica y sus implicaciones para la salud
Jose Funes
4/23/20259 min leer


En los últimos años, el término "5G" ha dejado de ser una mera sigla técnica para convertirse en un símbolo de futuro. Lo escuchamos en anuncios de operadoras, lo leemos en titulares, y cada vez más, lo sentimos en el aire: más velocidad, más dispositivos conectados, más inmediatez. Pero esta revolución no llega sola. Como toda innovación disruptiva, la 5G despierta entusiasmo y temor a partes iguales. Para comprenderla, debemos seguir el hilo desde el principio: ¿qué es realmente esta tecnología, cómo funciona y por qué algunos expertos alzan la voz frente a sus posibles consecuencias?
¿Qué es la tecnología 5G?
La 5G, o quinta generación de redes móviles, es al internet inalámbrico lo que la autopista de seis carriles es a una carretera comarcal: una vía diseñada para más tráfico, más velocidad y menos interrupciones. Su antecesora, la 4G, fue ya una revolución que trajo consigo el auge del streaming, las videollamadas y las apps móviles. Pero la 5G no solo acelera; transforma.
Con velocidades de descarga que pueden superar los 10 gigabits por segundo (como descargar una película entera en menos tiempo del que tardas en servirte un café), una latencia que roza lo imperceptible (menos de un milisegundo) y una capacidad para conectar millones de dispositivos simultáneamente, esta tecnología es la columna vertebral de un nuevo paradigma: ciudades inteligentes, coches autónomos, cirugías a distancia, fábricas automatizadas.
Sin embargo, como toda autopista, la 5G necesita un diseño diferente para alcanzar ese rendimiento. Y aquí es donde comienzan las diferencias técnicas que explican tanto su potencial como sus controversias.
Cómo funciona la 5G y qué la diferencia de la 4G
A nivel técnico, la 5G se desmarca de la 4G en tres aspectos esenciales: las frecuencias que utiliza, la manera en que transmite las señales y la forma en que distribuye la red.
En primer lugar, utiliza tres rangos de frecuencia: bandas bajas (como la 4G), bandas medias y, sobre todo, ondas milimétricas, que se sitúan en la frontera del espectro electromagnético no ionizante. Estas frecuencias altísimas permiten transportar más información, pero como mariposas de alas frágiles, apenas logran atravesar muros o cubrir grandes distancias. Por eso, necesitan repetidores y antenas en casi cada manzana: los llamados "small cells". En una ciudad equipada con 5G real, los emisores podrían ser tan comunes como las farolas.
Además, incorpora tecnologías como beamforming, que concentra la señal como si fuera un rayo láser dirigido solo al dispositivo que lo necesita, evitando así interferencias. O el massive MIMO, que multiplica las antenas en cada torre para atender a cientos de usuarios a la vez, como si un restaurante pasara de tener dos camareros a tener cincuenta. Y luego está el network slicing, que permite dividir la red como si fuera una tarta, sirviendo porciones distintas según la necesidad de cada aplicación: una para coches autónomos, otra para videojuegos, otra para hospitales.
Estas innovaciones permiten un rendimiento sin precedentes. Pero también introducen nuevos patrones de modulación, pulsación y densidad energética que no se habían probado antes en humanos a esta escala.
Beneficios: lo que promete la 5G
Los beneficios son, sin duda, espectaculares. Un cirujano podrá operar a distancia con una precisión quirúrgica en tiempo real. Los coches sin conductor reaccionarán al entorno en milésimas de segundo. Un agricultor podrá automatizar su cosecha desde una tablet. Y tú, usuario promedio, podrás ver un video 8K en tu móvil sin pausas ni recalentamientos.
Pero como suele ocurrir con los grandes poderes, estos avances vienen acompañados de grandes preguntas.
Inconvenientes y preocupaciones
Entre los principales inconvenientes de la 5G destacan:
Su altísimo consumo energético.
La necesidad de sustituir buena parte del hardware existente.
El coste astronómico del despliegue.
Y, sobre todo, el aumento drástico y constante de la exposición a radiación de radiofrecuencia (RFR).
Este último punto, quizá el más debatido, guarda relación directa con dos características clave de esta red: la densidad de antenas y la cercanía física con el usuario.
Más antenas, más cerca: riesgos invisibles
A diferencia de generaciones anteriores, que utilizaban torres grandes y alejadas, la 5G requiere un enjambre de pequeñas antenas ubicadas a nivel de calle, en mobiliario urbano o incluso dentro de edificios. Esta alta densidad de emisores aumenta la exposición ambiental de forma permanente y generalizada. Estar cerca de una antena de 5G —especialmente en el llamado campo reactivo, la zona inmediata al emisor donde las variaciones de energía son más intensas— puede exponer a los transeúntes a niveles de radiación más elevados y constantes, aún dentro de los límites "oficiales" [1].
Efectos biológicos según la frecuencia
Los posibles efectos de la 5G no son uniformes. Varían según la banda de frecuencia utilizada:
Banda baja: similar a la 4G, puede penetrar profundamente en el cuerpo, afectando órganos internos [2].
Banda media: combina penetración moderada con mayor intensidad de modulación.
Ondas milimétricas: penetran solo unos milímetros, pero con alta concentración energética, impactando piel, ojos y sistema nervioso periférico [3,4].
Cada una de estas bandas plantea un perfil de riesgo distinto, lo que complica enormemente su evaluación sanitaria global.
Daños potenciales: lo que la ciencia comienza a advertir
Aquí es donde la conversación cambia de tono. Porque si bien la 5G representa un salto técnico, también supone un salto en la exposición ambiental a campos electromagnéticos. Y aunque todavía no existen estudios a largo plazo sobre sus efectos específicos, sí hay un cuerpo creciente de evidencia sobre daños vinculados a tecnologías anteriores, como la 4G o el Wi-Fi.
Piel y ojos: las primeras fronteras
Las ondas milimétricas no atraviesan el cuerpo, pero impactan directamente en la piel y en la superficie del ojo. Las glándulas sudoríparas, según varios estudios, podrían actuar como pequeñas antenas, amplificando los efectos de la radiación [3]. La córnea, una de las partes más sensibles del cuerpo humano, podría sufrir daños acumulativos con una exposición sostenida [3].
Sistema nervioso: un blanco vulnerable
Se han documentado efectos neurológicos con exposiciones a RFR: desde insomnio y fatiga crónica hasta dificultad para concentrarse, ansiedad o depresión [5]. Personas con electrohipersensibilidad reportan síntomas exacerbados con la llegada de pequeñas celdas 5G en su entorno [6].
Fertilidad: la amenaza invisible
Estudios en humanos y animales muestran que la RFR puede dañar el ADN del esperma, reducir su movilidad y alterar los niveles hormonales [7,8]. En mujeres, podría afectar la ovulación y el equilibrio endocrino.
Cáncer: el fantasma que regresa
La IARC, organismo de la OMS, clasificó la RFR como posible carcinógeno humano (grupo 2B) en 2011 [9]. Aunque esa decisión se basó en estudios sobre el uso de teléfonos móviles, la llegada de 5G plantea nuevas dudas.
Medioambiente: la red también atrapa a los ecosistemas
No solo los humanos podrían verse afectados. Las abejas, esenciales para la polinización de cultivos, son sensibles a los campos electromagnéticos [10]. Aves migratorias podrían desorientarse, y pequeños mamíferos sufrir alteraciones de comportamiento.
¿Dónde se está implementando?
Aunque la carrera por desplegar la 5G ya empezó, no todos corren al mismo ritmo. Corea del Sur y China son los maratonistas, con una cobertura casi total en áreas urbanas. Estados Unidos, Alemania y Reino Unido también avanzan con rapidez, aunque en muchos casos ofrecen aún una versión "híbrida" (5G NSA) que depende de la infraestructura 4G.
En España, el despliegue de la 5G se encuentra en una fase avanzada, especialmente en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla. A través del Plan España Digital 2026, el gobierno pretende extender la cobertura al 100% del territorio, aunque aún persisten desafíos técnicos en zonas rurales y resistencias sociales en algunas comunidades.
Existe una particularidad en la aplicación de esta tecnología. Las ondas milimétricas no están en funcionamiento prácticamente en ningún lugar todavía. Su implementación está siendo más complicada de lo que se pensó y los obstáculos habituales del mobiliario urbano están generando más problemas de los previstos. Ante las dificultades de su funcionamiento en estas circunstancias, estas ondas tendrán que esperar a que haya una actualización tecnológica que salve estos problemas. Esto refuta muchas teorías que atribuyen a estas ondas la causa de muchos problemas existentes.
Medidas para Mitigar el Impacto del 5G en las Personas y Ecosistemas
El despliegue del 5G, aunque representa un avance tecnológico importante, trae consigo preocupaciones sobre su impacto en la salud humana y el equilibrio ecológico. La mitigación de estos riesgos requiere un enfoque integrado que combine cambios tecnológicos, normativos y educativos. A continuación, se presentan medidas clave:
1. Implementación de Tecnologías de Filtrado
El filtrado de campos electromagnéticos (CEM) puede reducir significativamente el impacto biológico de las ondas emitidas por dispositivos y antenas de 5G, sin comprometer el rendimiento tecnológico. Medidas específicas:
Sistema Spiro: Este tipo de tecnología filtra y modula las ondas electromagnéticas para minimizar sus efectos en los sistemas biológicos. Es particularmente útil para dispositivos electrónicos personales y antenas urbanas.
Filtros en infraestructuras críticas: Instalar filtros avanzados en estaciones base y puntos de emisión de alta densidad para mitigar la intensidad de las señales cercanas.
2. Actualización de Normativas Basadas en Evidencia Científica
Los estándares actuales, como los de la ICNIRP, no consideran los efectos no térmicos de la radiación electromagnética, dejando a las personas y los ecosistemas vulnerables a exposiciones prolongadas.
Propuestas normativas:
Reducir los límites de exposición permitidos para campos electromagnéticos, especialmente en zonas residenciales.
Introducir normas específicas para proteger a grupos vulnerables como niños, embarazadas y personas con dispositivos médicos sensibles.
Exigir estudios de impacto ambiental y de salud antes de instalar antenas de 5G en zonas urbanas densas o cerca de hábitats sensibles.
3. Diseño de Infraestructuras Amigables con el Medio Ambiente
Se ha documentado que las radiaciones electromagnéticas pueden afectar la orientación de aves, abejas y otros animales que dependen del magnetismo terrestre, así como alterar el crecimiento de plantas sensibles. Se proponen las siguientes medidas de mitigación:
Zonificación de antenas: Limitar la instalación de antenas cerca de reservas naturales, áreas protegidas y corredores de biodiversidad.
Infraestructuras eco-diseñadas: Uso de materiales que minimicen la dispersión electromagnética hacia los ecosistemas circundantes.
4. Fomentar la Educación y Conciencia Pública
La falta de conocimiento sobre los riesgos de los CEM y el 5G impide que las personas adopten medidas de protección efectivas. Se proponen las siguiente medidas.
Programas educativos: Incluir contenidos sobre contaminación electromagnética en escuelas y campañas públicas.
Guías de exposición personal: Promover el uso responsable de dispositivos electrónicos, como mantener los teléfonos móviles alejados del cuerpo y activar el modo avión cuando no se utilicen.
5. Regulación de la Densidad de Antenas
El 5G requiere una alta densidad de antenas en áreas urbanas, aumentando la exposición de las personas al campo reactivo de estas instalaciones.
Propuestas regulatorias:
Limitar la densidad de antenas en zonas residenciales y priorizar ubicaciones menos expuestas, como zonas industriales.
Evaluar la ubicación de antenas en edificios de viviendas mediante consultas públicas y estudios de impacto.
6. Investigación Continua y Enfoque Precautorio
La investigación actual sobre el 5G aún es limitada, especialmente en cuanto a los efectos a largo plazo de las frecuencias milimétricas.
Medidas de apoyo:
Financiar estudios independientes que evalúen los efectos biológicos del 5G en humanos y ecosistemas.
Adoptar un enfoque precautorio mientras se obtienen más datos, ralentizando el despliegue en áreas
de alta sensibilidad.
¿Avance o advertencia?
Como el plomo en la gasolina o el amianto en la construcción, no deberíamos esperar décadas para reaccionar. La 5G puede ser una bendición tecnológica si se implementa con sabiduría. El verdadero progreso está en anticipar y prevenir, no en corregir tarde.
Referencias
ICBE-EMF. Scientific evidence invalidates health assumptions underlying the FCC and ICNIRP exposure limit determinations for radiofrequency radiation. Environ Health. 2022;21:92.
Barnes FS, Greenebaum B. Biological and Medical Aspects of Electromagnetic Fields. 3rd ed. CRC Press; 2007.
Zhadobov M, et al. Millimeter-wave interactions with the human body: state of knowledge and recent advances. Int J Microw Wirel Technol. 2011;3(2):237-247.
Neufeld E, Kuster N. Systematic derivation of safety limits for time-varying 5G radiofrequency exposure based on analytical models and thermal dose. Health Phys. 2018;115(6):705-711.
Pall ML. Microwave frequency electromagnetic fields (EMFs) produce widespread neuropsychiatric effects including depression. J Chem Neuroanat. 2016;75(Pt B):43–51.
Havas M. Electromagnetic hypersensitivity: biological effects of dirty electricity with emphasis on diabetes and multiple sclerosis. Electromagn Biol Med. 2006;25(4):259-268.
Houston BJ, Nixon B, King BV, De Iuliis GN, Aitken RJ. The effects of radiofrequency electromagnetic radiation on sperm function. Reproduction. 2016;152(6):R263–R276.
La Vignera S, Condorelli RA, Vicari E, D’Agata R, Calogero AE. Effects of the exposure to mobile phones on male reproduction: a review of the literature. J Androl. 2012;33(3):350–356.
IARC Working Group. Non-ionizing radiation, Part 2: Radiofrequency electromagnetic fields. IARC Monogr Eval Carcinog Risks Hum. 2013;102:1-460.
Balmori A. Electromagnetic pollution from phone masts. Effects on wildlife. Pathophysiology. 2009;16(2-3):191–199.
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